lunes, 11 de noviembre de 2013

No hay

En noches como esta, en la que el mechero nunca enciende a la primera, me da por abrir la caja de Pandora, o el baúl con el polvo de hadas...

En esta noche, después de tanto tiempo luchando contra ti y contra lo que significabas, 
después de pasarme mil noventa y cinco días intentando olvidarte y sabiendo que casi lo tengo,
después de cerrar de par en par las puertas que guardan mi castillo de ilusiones y
después de acabar con el color verde o de fumarme el otoño...
después de todo eso, vuelvo a darle vueltas al qué habría pasado...aunque esta vez es diferente...

No me planteo qué habría pasado si te hubieras quedado, sino qué habría pasado si nunca hubiera ocurrido.
Quizás viviría ahora una mentira sobre la idea de qué es el amor, (quizás sea ahora cuando la estoy viviendo)
quizás no estaría sola...

Hace mucho que no escribo aquí, porque siempre he tenido gente con la que contar, pero no quiero repetir mi historia...y eso es lo que pasa cuando empiezas a conocer a alguien nuevo, aunque sólo sea un conocido que pregunta por tu pasado entre cervezas...

¿Por eso no hago amigos? Supongo que es el miedo a ser rechazada, (otra vez). 
Y no hablemos del incorregible deseo de ser amada y de amar profundamente (una historia a lo Anna y Nemo en "Las posibles vidas de Mr Nobody"), pero sin querer abrirle las puertas a nadie...

En fin, esto sólo es para desahogar el peso que de vez en cuando vuelve...ya que me prohíbo y prohíben hablar de ti...




"No hopes, no dreams, no fears" 

No hay comentarios:

Publicar un comentario