De fondo una música melancólica producida por el violín que él sostenía en sus manos.
En menos de un pestañear se colocó a su lado.
Ella notaba agitada su respiración...él no respiraba...
Mirándole a los ojos y con suaves y lentos movimientos la obligó a tumbarse.
Se acercó a su cuello, lo lamió y le clavó los finísimos caninos...
Mientras ella moría de placer...
Cuando sació su sed, empezó a bajar dejando caer gotitas de sangre...
Ahora calmaría su deseo carnal...
"Peligroso, como desear ser devorada"
dios, q entradota.
ResponderEliminarLos pelos de punta!
:O
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